Es de bien nacidos ser agradecidos y hoy, después de la resaca electoral, en la soledad de mi gulag sanvicentero, hago una vez más unas reflexiones que creo nos pueden servir de “aviso a navegantes”.
No sé si porque nací el día de San Raimundo (7 de enero 1949) o porque debo tener una enfermedad congénita, soy un enamorado de esta profesión de locos y siempre desde el primer día de mi colegiación (junio 1975) he creído y creo en la institución colegial. Hay quien dice que los Colegios deben desaparecer, y yo digo que quizá lo que habría que hacer es cambiarlos, y en algo así estábamos todo el equipo –magnífico equipo- que durante las últimas semanas hemos trabajado con gran ilusión, codo con codo, en este proyecto de cambio y hoy, desde este blog, que va a perdurar como atalaya de vuestras opiniones os doy las gracias.
GRACIAS POR VUESTRO COMPAÑERISMO
GRACIAS POR VUESTRO ESFUERZO
GRACIAS POR VUESTRA ÉTICA
GRACIAS POR VUESTRA ILUSIÓN
Y COMO NO, GRACIAS POR ESTAR A MI LADO
Han sido muchas, muchísimas, las muestras de afecto y cariño que he recibido desde ayer noche, y como me es imposible contestar una por una, aquí y ahora tengo que deciros que os quiero, y como con los años estoy un poco “blandito” he soltado alguna que otra lagrimita.
Compañeros/as que habéis conseguido con vuestro esfuerzo y vuestra ilusión –a pesar de la maquinaria adversa- superar la primera prueba, pensar que ahora viene el trabajo, trabajo duro, pero como os dije el primer día, no vais a estar solos, siempre estaremos a vuestro lado, absolutamente todos. Todo ese equipo de apoyo que ha vivido y sentido el proceso.
“Si queréis que aquí se tolere vuestra doctrina empezad por no ser ni intolerantes ni intolerables” (VOLTAIRE).
NOTA BENE.- INSISTO QUE EL BLOG SIGUE Y ESPERAMOS TODAS VUESTRAS SUGERENCIAS E IDEAS.-